jueves, 4 de agosto de 2011

Las jugarretas de la memoria


"Este es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece útil el pediros que penséis en España. He dicho"

(Rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, el 12 de octubre de 1936, con motivo de la celebración de la llamada Fiesta de la raza).

Este es parte del discurso que dio este señor, Unamuno, que muchos conoceréis, cuando se enfrentó a otro no tan conocido llamado Millán Astray, coleguita de otro señor, muy lisonjero y juguetón llamado Francisco Franco. Yo tenía entendido que cuando uno hace una cosa mala, se le castiga. Pero si luego se vuelve bueno, pues se dice que se ha reformado y todos tan amigos, siempre que esta actitud se mantenga, claro está. Por lo visto las cosas funcionan de otra manera en Galicia. A este hombre, Millán, nada que ver con el de Martes y 13, ni con los quesos de untar, le hicieron hijo predilecto de A Coruña en el 1922 (por fundar la legión, vamos, que no fue por traer la paz al mundo o por descubrir una cura para el cáncer) y cuando se pasó a lado oscuro le quitaron ese honor, que sólo debería pertenecer a gente que no apoye a asesinos, por poner un ejemplo.  Aún así, se lo han devuelto porque las putadas las comenzó en el 36, 14 años después del nombramiento. Yo no le veo lógica alguna. Es como si le pusiéramos a Hitler el nombre de una plaza por acabar con el paro, antes de acabar también con los trabajadores. En fin, cositas de la vida moderna. Se habla de memoria histórica y fíjate lo que aún tenemos que leer en los titulares de las noticias, de un país democrático como el nuestro.

Esto me recuerda el anuncio sobre la memoria que una revista estadounidense muy seria, de gente con gafas y lápices de punta roma, de tanto escribir, que dice que mientras que nos creemos que los recuerdos son lo que recordamos, imágenes grabadas que podemos reproducir perfectamente, la memoria sin embargo nos la juega y nos devuelve, básicamente, lo que le sale de las pelotas. Ahora entiendo cómo no aprobaba ni un examen de Derecho y cómo en A Coruña, conmemoran la existencia de un miembro del régimen franquista, que ayudó mucho para que éste triunfara con la consiguiente represión del pueblo español. 

Estas noticias me dan mucho que discurrir. Me aturden, como los tiempos que corren en los que se lucha por una plaza y aún alguna gente se cree que es una plaza lo que se quiere conquistar y no el símbolo de la libertad, de los orígenes de estas protestas, de la base de una voz a pleno pulmón, que no hay almohada que la extinga.

Acabo hoy con la frase no de un demócrata, sino de un republicano:

"Si los españoles habláramos solo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar".

(Manuel Azaña).

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