miércoles, 25 de mayo de 2011

Caca, pedo, culo, pis


Imagina un trabajo en el que hablar de cagar, mierda, mojones y váteres está a la orden del día. Imagina un trabajo en el que el lema de la campaña que promueve es “toda mierda necesita un váter”. Imagina un trabajo en el que juegas al fútbol con una pelota marrón porque representa una mierda y encima haces que futbolistas como Drogba, Roben o Ballack jueguen contigo. ¿Lo tienes? Pues ése es mi curro.

Cada día me debato con lo más escatológico del mundo: la importancia de cagar y de hacerlo en un buen sitio, no con el culo al aire en medio del campo, limpiándome luego con una piedra pelona. Porque eso que hacíamos antaño los que hemos tenido algún contacto con campamentos de verano y pueblos más rurales que una algarroba, es la segunda causa de mortalidad de niños menores de cinco años en el mundo (la primera es neumonía, para los curiosos). Es un proceso muy sencillo:

mierdas sueltas por el campo + moscas en la mierda + moscas en la comida= diarrea.

Y claro que nosotros tengamos diarrea sentados en el tito Roca y cagándonos, literalmente, en la comida del bar de la esquina que tuvimos al mediodía, pues no pasa nada. Nos deja el culo escocido, el estómago ajilao (que decimos en Andalucía) y tres kilos más delgados. Pero claro, cuando eso le pasa a un niño pequeño en África, sin medicinas, sin kilos de los que poder prescindir y sin tito Roca, pues el resultado es muy distinto: 1.3 millones de muertes en el 2008, que se dice pronto (más que los producidos por malaria, Sida y sarampión juntos). Datos importantes que memorizar junto con el cómputo de 2.6 billones de personas que no tienen acceso a poder sentarse como Dios manda a leer la etiqueta del champú nuevo que ha comprado su pareja. Es decir, sin váter.
“¡Hala 2.6 billones!” Diréis algunos. Bueno, una breve explicación en esta cifra. Los españoles o hispanohablantes somos raritos o especiales, comparados con el resto del mundo, y un billón para nosotros es un millón de millones, que ya hay que juntar cosas para llegar a la cifra. Pero para los anglosajones y los que adoptan este sistema, un billón es mil millones. Dato cultural curioso. Este billón al que me refiero es un billón guiri.

En fin, conectando el tema de cagar con Alemania, comentar que mi primera experiencia al respecto en el país fue de lo más traumática. Resulta, no lo sabía entonces, que aquí el váter no es como en España. Aquí el agujero está más adelantado (altura pene) porque los alemanes ponen una especie de bandeja (altura agujero del culo) donde cae la mierda -a diferencia del nuestro, en el que la mierda cae en el agua, salpicando o no según peso o tamaño. El caso es que cuando acabas, te levantas y ahí está, mirándote con ojos asesinos, el mojón que acabas de plantar. Te mira con reproche porque lo has sacado de tu confortable cuerpo y lo condenas a una muerte de disolución y desagüe.
A mí me parece una guarrada impresionante. Y si nos ponemos a imaginar, piensa qué pasa cuando tienes uno de estos días que pareces un caballo venga a soltar y soltar mierda. ¿Te llegaría al culo? Y si tardas mucho, ¿cómo coño aguantas el hedor, que se te mete por donde ha salido? ¡Terrible! Y todo por la tradición de los alemanes de examinar las cosas y analizarlas. Este link lo explica perfectamente: http://www.youtube.com/watch?v=XfOa8G8J72g

Como ya somos mayores y  nos dejan decir cosas como caca, culo, pedo, pis, yo he conseguido un curro en el que se habla mucho de mierda, tal cual.
Aún así no es lo mismo que tener un curro de mierda ni que sentir la mierda de no tener ni siquiera curro. No me puedo quejar.

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