jueves, 17 de noviembre de 2011

Cuéntame un cuento antes de irnos a la cama



Como molan los colegios americanos. Ya me hubiera gustado a mí una educación tan plural, una visión tan abierta de las materias. El ejemplo lo tenemos en Los Ángeles, donde la junta directiva lleva a cabo una práctica magnífica para incentivar la lectura en los niños, algo más que plausible. Esta iniciativa consiste en invitar a personalidades varias, para que le lean un cuento a los más peques, y así promover el hábito de la lectura. Hasta aquí, todo cojonudo.
El matiz viene después, cuando en una de estas sesiones, en un colegio de un lugar llamado Comptom, la que leyó fue ni más ni menos que Sasha Grey, una reconocida actriz porno, recién retirada.

Ya se pueden imaginar el revuelo, la algarabía y la cantidad de protestas, erecciones y comentarios que se dieron a raíz de tal significativo evento. Muchos no se sintieron demasiado satisfechos con la presencia de la actriz y estoy seguro de que no fue porque las actrices porno no puedan estar con niños, sin contagiarlos de algún tipo de deseo carnal impropio de la edad, no. Sino porque el colegio consideró persona popular a una actriz porno. ¿Popular para los niños o para los calientes de la junta directiva? Yo personalmente no veo nada malo en invitar a una ganadora de premios por sexo oral y anal, pero lo mismo explicarle a los niños por qué es famosa... “Atención niños, hoy ha venido la Señorita Grey a leernos un cuento. Es actriz. Interpreta muchos papeles, en muchas películas. Ha hecho de colegiala, de enfermera, de secretaria, de animadora, de profesora, de mecánica, de autoestopista desesperada por llegar a la ciudad y dispuesta a lo que sea porque la lleven, de chica sin tener con qué pagar la pizza que acaba de pedir (que digo yo, ya lo había podido pensar antes de llamar), de vendedora de calzado de caballero que siempre se preocupe porque calce, y de otras muchas más cosas. Dadle la bienvenida. Jaimito, no se toca y Jaimito, ¿qué haces tú en Los Ángeles?”.    

Lo que creo es que hay mucha hipocresía en el cuerpo y mucha mala leche. Esta mujer, que insisto, ya no se dedica al porno, ha trabajado en la última temporada de una conocida serie llamada Entourage y de ahí su fama. La gente que la conoce, en la gran mayoría, hombres y mujeres, es por esta serie, aunque la cara les sonará a muchos usuarios. Aún así han ido a saco con la pobre mujer, que como se puede comprobar en la foto (la de la derecha), no se presentó en pelotas, con un látigo de cuero y un antifaz. Llegó, leyó y se fue sin sodomizar a nadie. Un detalle dada la audiencia.

Esto me trae a la memoria la situación que nuestros profesores están viviendo en estos momentos. Ellos no se dedican al cine porno, sino a la enseñanza, pero hay alguna gente que no se ha dado cuenta, entre los que mandan, y no cesan de darles por culo y pedirles que sigan mamando.

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