martes, 1 de noviembre de 2011

Ni tanto ni tan poco



No sé qué pensar de Grecia. No sé si darles mis más sinceras felicitaciones por plantarse y no dejar que la presión europea y la de las bolsas les hagan caer en un agujero aún mayor, o si, por el contrario, decirle a Papandreu que tiene mucho morro y ahora que la cosa está totalmente jodida e incontrolable, se refugia en un referéndum (ése gran desconocido), para que, pase lo que pase, la responsabilidad sea del pueblo. Ya podían haberle preguntado a los griegos si querían los primeros recortes, si querían falsificar datos con tal de entrar en el euro o si la vieja del anuncio del yogur griego es la misma vieja que la de la Fabada (abuela, ¡está de muerte!). Pero no. Entonces se les dejó a un ladito. Ahora que el jaleo ya esta montado, que la gente está hasta las narices y que el pescado está todo vendido es cuando se les pregunta. Pero aún así, se hace, las cosas como son. En España sólo nos encontramos con peinetas y con la misma tradicional salida de siempre: votar por lo malo conocido o por lo malo por conocer.

Y es que el PP ha presentado finalmente su programa electoral, más esperado que el estreno de Tintín. 407 propuestas en 214 páginas dan mucho de sí, como se pueden imaginar. He ojeado el documento y he leído los resúmenes de varios diarios, a un lado y otro de la realidad. No me encuentro con sorpresas: privatizaciones; reforma de la ley del aborto; librarse por fin de la famosa asignatura de ciudadanía –que parece que fuera oscurantismo lo que enseñan, porque desde el primer día les escuece de una manera inexplicable–; apoyar a los empresarios, para que generen dinero; flexibilizar los contratos de empleo (miedo me da pensar cómo); etc., etc. Más de lo mismo. Es un programa muy bonito, con muchos colores y un montón de palabras preciosas (además de puyazos al PSOE). Me encantaría creer que algunas de las cosas que prometen va a ocurrir, y me gustaría creerlo por la sencilla y única razón de que serán ellos los que gobiernen en tres semanas mal contadas. Pero ya conocemos esta cantinela electoral como para saber lo que se nos avecina. Y que conste, que tanto meterse todo el mundo con el PP y con lo que nos cae encima, no exenta al actual gobierno de la mierda que ha dejado y de dónde nos ha puesto. Muchas libertades y muchas iniciativas sociales que se han quedado también en la cuidada edición de su último programa electoral y que han hecho que a nadie le importe lo más mínimo de lo que nos cuentan en éste.

Me veo como cuando en el colegio me ponían los típicos problemas de mates en los que me decían: Un tren sale de Valladolid, dirección a Cádiz, a las 15:00 horas, a una velocidad de 150Km/h. Al mismo tiempo, un tren sale de Cádiz, dirección a Valladolid, a 125Km/h. ¿Cuándo y dónde se estrellarán sabiendo que la distancia que cubre el recorrido es de 714Kms?
Yo, mientras observaba a mis compañeros de clase haciendo cálculos, garabatos y operaciones varias, me preguntaba: ¿es que nadie va a hacer nada, que no son ni las 12 y con un par de llamadas esto se soluciona?

Parece que en España nos pasa lo mismo: sólo nos interesa cuándo y dónde los trenes se van a estrellar, porque asumimos que ya no hay quien los pare.       

1 comentario:

  1. Por lo que he podido leer en varios periodicos (no he leido esas 214 paginas ni pienso, porque tengo bastante con mi tesis, el programa electoral está lleno de "vacíos", entendiendose como vacíos el: como vamos a a hacer esto, que queremos decir con esto otro, etc etc. Vamos, que es un poco vago en explicaciones... Aun no se nada del PSOE y aun me queda por ver los de IU y UPyD...

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