domingo, 6 de noviembre de 2011

Elecciones de cine de barrio


Los fantasmas vuelven a sacar las cadenas oxidadas de sus roperos polvorientos. Eso no puede ser bueno. El PSOE sabe de sobra que va muy por detrás en lo que llaman la carrera electoral y ha tirado de historia para remover conciencias y votos. Así, Rubalcaba se ha ido a Sevilla con los colegas a montar su propia feria y ha subido en el trenecito de la bruja a Felipe y Alfonso, los tiranosaurios rex del socialismo, para ver si puede arañar alguna papeleta en dos semanas. Pero la cosa está chunga. Esta vez no hay quien haga el milagro. Las últimas encuestas le dan una mayoría absoluta al PP y eso es lo que nos va a tocar vivir los próximos cuatro años. Y por si no lo teníamos claro, también Mariano ha sacado a pasear el carisma que no tiene y la popularidad que nunca tendrá, de mano de nuestro personaje de la semana, del cual no voy a hablar más porque ya creo que dije lo que tenía que decir en la entrada de ayer.

Así que ése es el panorama que nos queda: una política viviendo de las rentas del pasado, cuando los líderes eran al menos líderes y no secundarios de una película de serie B; una crisis que no se la salta un galgo y que no está ni a mitad de caída; una Europa desmoronada y liderada por las dos naciones menos simpáticas de planeta (y en esto no crean que digo chorradas, a los franceses los definen y marcan siglos de historia de guerras con todo el mundo y a los alemanes sólo las del siglo XX, pero que fueron suficientes para no hacer muchos amigos); y encima, una realidad internacional lamentable que a nadie le parece importar lo más mínimo, poniendo como ejemplo los 2.000 asentamientos express de Israel desde que Palestina cuenta, la guerra contra Irán que se avecina irremediablemente y una apuesta generalizada por el capitalismo que nunca antes ha estado tan débil pero que sin embargo parece salir reforzado tras el desastre que ha provocado.

Quedan dos semanas para que España cambie de camisa, de partido y de cara en los telediarios. Quedan dos semanas para que vuelva no el miedo a lo que Franco trajo y dejó sino a lo que Aznar trajo y dejó. Ya no hace falta tirar de dictadura para acojonar al personal, igual que en algunos años me veo a los candidatos del PP diciendo: “cuidado que el PSOE traerá otro Zapatero, otra política de derechas y otros cuantos de millones de parados”.
Lo que me queda claro de estas elecciones es que los votantes, nosotros, todos, estamos condicionados y limitados y condenados a la hora de decidir. No es si quieres más a papá o a mamá es más bien si quieres más al asesino de matanza en Texas, ese tipo con máscara y sierra mecánica o si por el contrario prefieres a Freddy Kruger, el tipo con cuchillas en las manos que se metía en los sueños y te mataba mientras dormías.

Sea lo que sea, está claro que estamos jodidos y que los años que nos quedan por vivir se presentan como una verdadera película de miedo, gobierne el que gobierne. No hace falta que nos metan el miedo en el cuerpo. Ya lo tenemos dentro desde hace mucho tiempo.

1 comentario:

  1. Sí que estás optimista hoy. Por cierto, hace dos entradas o tres que utilizas un tipo de letra muuuy pequeñito. No parece que hubiera necesidad de cambiar la que tenías anteriormente, así que anda, a aumentar el tipo de letra, que nos vas a dejar ciego.

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