miércoles, 30 de noviembre de 2011

Mierda de venda que le han puesto a la justicia

 
“¿Ves algo?” Me preguntaban mis compañeros de juego, cada vez que me vendaban los ojos, para luego darme diez vueltas y soltarme en medio del parque. “¡Estoy aquí! ¡Ven y cógeme!” Me gritaban los muy cabrones, mientras camuflaban las voces o se escondían en sitios inaccesibles. Era una angustia de juego, la verdad. Habría sido un ciego terrible. Como cegato me defiendo.
Algunos listillos, intentaban hacer trampas y mirar por los bajos de la venda. Disimulaban y hacían como que tropezaban, que se orientaban por el sonido, el olor o a saber qué. Pero estaba claro que hacían trampa.

De esto me acordé esta mañana cuando fui recorriendo las noticias y me quedé con la copla de cómo el sistema judicial funciona últimamente. Dejando de un lado el que al médico de Michael Jackson le hayan caído cuatro años de prisión, en España, tenemos varios casos curiosos:
- Por un lado hay un niñatillo que con sus colegas encontró de los más divertido amenazar por twitter a un periodista deportivo. ¡Qué jacarandoso! Pues hala, ahí lo lleva, detenido por ocurrente y puede enfrentarse a la condena de hasta dos años de cárcel. Mira qué gracia tiene ahora.
- Luego tenemos a los profesores, esos que dicen ser profesionales y lo que son es un puñado de flojos que ni trabajan ni nada de nada, sólo vacaciones y tocarse las pelotas entre examen y examen. O al menos es así como los ven en Madrid. Por eso que el gremio está en la calle. Sin rendición. Pero son unos terroristas. ¿Pueden creerse que fueron a votar con una camiseta que decía "Escuela pública de tod@s para tod@s"? Habrase visto semejante sinvergonzonería. Pero bueno, menos mal que nuestro sistema de justicia funciona estupendamente y ahora se enfrentan a hasta un año de prisión. Se les van a quitar las ganas a esta gente de tanta camisetita. Más tiza y menos moda, les gritarán desde la calle Génova, donde se puede encontrar la única Esperanza que habita en Madrid desde hace años.
- Por último, pídele cuentas al rey, tenemos lo que Ignacio Escolar llama una organización “sinónimo” de lucro: Nóos, o para que nos entendamos, el cortijo de Iñaki Urdangarin, el yerno del rey. Más de 20 millones de euros, entre subvenciones, pisos y dinero a la Casa Real, de los que se han pedido cuentas. Es un tanto raro el que una ONG resida y repose en paraísos fiscales, recibiendo dinero de gobiernos y de la popular SGAE. Alejandro Sanz por ahí rompiéndose el alma por los pobres del mundo y el ex jugador de balonmano, cogiendo rebotes sin descanso. Pero, ¿cuánto le va a caer? ¿Se está hablando de cárcel para él? ¿Es un delito robar cuando eres de la familia real? ¿O le echarán de la foto de Navidad? Y digo yo que su mujer y familia se daría cuenta de que entraba mucho dinero en casa, ¿no? ¿O es que la monarquía, además de gorrona, es gilipollas? 

Esta vez yo no me la ligo. Estoy escondido detrás de un arbusto o junto a un columpio del parque. Pero me he dado cuenta y no me callo, he de decirlo. Así que sin miedo a que sepa donde estoy, grito: “¡Justicia, no seas tramposa! Desde aquí se nota que estás mirando por debajo de la venda. Venga, no me jodas, sé legal”.

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