jueves, 15 de septiembre de 2011

El verde color de tus caricias


“Marihuana es el mayor estimulante sexual que existe desde que inventaron el pene de 20cm y es mucho más fácil de encontrar”

Esta gran frase se la debemos a un documental realizado en 1971: Aphrodysiac! The sexual secret of marijuana. En esta obra de arte se estima –según un informe de las Naciones Unidas en el 1951– que alrededor de 200 millones de personas en todo el mundo usan esta sustancia (o usaban, hoy serán más los que lo hacen), traída a nosotros de la mano de la madre naturaleza, sabia proveedora de este tipo de bienes y de otras enjundias varias. Por lo visto la humanidad conoce este regalo de la tierra desde hace 5.000 años y ya en China se usaba ancestralmente por los cirujanos para redimir el dolor del paciente. En la India, a base de látigo, hacían a esclavos ir en pelotas recogiendo los frutos divinos de esta planta, para que nos las estropearan. Cuando acababan el proceso, quitaban los restos adheridos a la piel de los recolectores y con lo extraído hacían hachís. En Estados Unidos, empezaron a usarla para aliviar males como asma, migrañas, depresiones, reumatismo e incluso alcoholismo crónico desde 1840. En 1937 algún graciosillo la ilegalizó. Ahí se jodió el invento. Gente a la cárcel, quemas públicas de plantaciones, etc. Sin embargo, en 1938, el alcalde de Nueva York pidió un informe a la Academia de Medicina de Nueva York sobre el consumo de marihuana en la ciudad. 28 médicos hicieron pruebas de laboratorio sobre todos los aspectos de la droga. Las conclusiones, publicadas en el 1944, desvinculaban la marihuana de ser la causante de ningún tipo de crimen o comportamiento legalmente reprobable. También decía que nadie había muerto de marihuana y que no es adictiva. En 1970 el New York Times se hacía eco de un estudio en el que se comprobaba que sólo un 1% de los asiduos a esta sustancia se pasaban a otras más fuertes.

En fin, el documental es un poco propagandístico, con tintes pornográficos, algo machista y homófobo, pero para la época es bastante valiente. Hoy por hoy tirarían a los leones a cualquiera que fuera capaz de salir en la tele diciendo cosas como: “con marihuana puedo follar durante más tiempo”. Estamos hablando de 1971. También hace una crítica a la hipocresía del sistema estadounidense que permite cigarros, alcohol y armas cuando se cobran tantas vidas, mientras que prohíbe la maría incluso cuando se ha demostrado que no es tan nociva. Por supuesto hoy por hoy han salido otros estudios que dicen que puede ser desencadenante de enfermedades psicóticas pero ante esa crítica no hay una contundencia que pueda justificar si los afectados no podrían haber desarrollado esa enfermedad también, por ejemplo, a causa del consumo de alcohol o por el concreto hábito de cualquier tipo.      

Finalmente el documental intenta reflejar que la marihuana es un increíble instrumento para tener sexo. Aparecen parejas fumando y nada más apagar el cigarro ya están en el tema. Ante esto sólo una reflexión: o bien en Estados Unidos en los 70 todos andaban muy salidos o por favor, que alguien me pase el teléfono del camello.

2 comentarios:

  1. Tú no fumas, ¿no?
    El mero proceso de investigación, perturba el objeto investigado (principio de incertidumbre aplicado a la gente, al sapiens de los cojones, que lo eleve a la enésima potencia).
    Qué interesante que haya condiciones que animen a la gente a follar. Me da que además de la maría, hay otro sinfín de sustancias, objetos, circunstancias, luces, sombras, imágenes, velocidades, etc., etc.
    Que no es adictiva? Claro que no, el alcohol tampoco, ni la nintendo. Ni mi móvil.
    "Ante esa crítica no hay una contundencia que pueda justificar..." Toma demagogia!!
    Yo bebo, he fumao, he hecho otras cosas malas pal cuerpo. En la vida no puede ser todo níveo ascetismo. No pasa nada por hacer cosas malas pal cuerpo. Eran sabios, aunque no griegos, los que cantaban: Todo lo que me gusta es ilegal, es inmoral, o engorda.
    Pero de ahí, a defender su inocuidad. Desgraciadamente para los que disfrutáis de ella, tiene cosas malas. Pero también cosas buenas.
    Pero claro, si lo dice un documental...

    ResponderEliminar
  2. Níveo ascetismo, ¡ahí queda eso, que no es poco!
    Gracias por tus siempre apreciados comentarios, Nomar. Pero no olvides que sólo me he limitado a narrar una serie de datos expuestos por un documental en los 70. No defiendo su inocuidad, como tampoco otras cosas de lo dicho en el documental.
    En cuanto a lo de follar... sólo las ganas ayudan.

    ResponderEliminar