sábado, 10 de septiembre de 2011

La transparencia de los opacos


Bueno, pues ya estamos contentos, ya nos hemos salido con la nuestra y ya sabemos con números lo rico que son nuestros políticos. ¡Qué alegría! Era justo lo que estábamos deseando saber. Pisos, acciones, millones de euros en el banco y propiedades varias. Unos más, otros menos, pero parece que ser político cuanto menos es rentable. La pregunta es ¿y ahora qué? ¿Nos vamos a quedar ahí? A mí me gustaría saber más. Me encantaría saber por qué alguien que se dedica a servir al pueblo tiene tanto dinero mientras que alguien que se ha llevado toda su vida trabajando y cotizando para las arcas del estado está ahora viviendo de la caridad, ya que hasta las ayudas mínimas han desaparecido. ¿Es porque los políticos además de natos trabajadores, que han sudado por el pan de cada día son también excelentes ahorradores y especuladores? ¿Es porque el pueblo llano se ha dedicado a despilfarrar en tiempos de bonanza? Sería muy bueno que a los que como yo somos más bien espesitos, nos contaran cómo lo han hecho, para seguir el ejemplo. Parece que en nuestros políticos está la solución a la crisis, no en los partidos que representan.

Y no me refiero a nuestros excelentes ex-presidentes del gobierno, no, a esos no porque lo de ellos está claro. No sólo reciben un sueldo vitalicio (bien merecido tras haber dejado el país en estado ruinoso, por uno u otro motivo), sino que se dedican a dar charlas, clases y conferencias que les reportan unas ganancias enormes. Y por si no fuera poco, ambos tienen participaciones de empresas privadas, que les abrigan en las noches de invierno, así no se constipan. ¡Qué fenómenos estos dirigentes que acabaron siendo o echados por el pueblo o se fueron por patas antes de que la cosa se pusiera peor! Y Zapatero en breve será uno de ellos. ¿Estamos contentos con eso? ¿Creen que los españoles, esos más de cuatro millones de parados, se sentirán dichosos al saber que el mismo responsable de sus pesares recibirá un sueldo mensual de por vida por el trabajo bien hecho? Yo no sé la respuesta porque no he los conozco ni he ido haciendo una encuesta y tampoco nos dejan usar la herramienta del referéndum, pero me da a mí, desde mi lado femenino intuitivo, que no. Aún así ocurrirá y que llueva lo que llueva.

No soy muy bueno con números pero lo suficiente como para saber que nos podríamos ahorrar unos cuantos de euros cortando el chorro a ciertos políticos y ya puestos, por qué no, a los miembros de esa realeza que poco ayudan a que el pueblo soberano llegue a fin de mes. No me mal entiendan. No estoy pidiendo una república ni que se aniquile la monarquía, sólo me gustaría que las cosas empezaran a tener un poco más de sentido y que se le diera movimiento a una repartición en la que siempre acaban perdiendo los mismos. No podemos consentir que en un país democrático prime la ley de el que parte y reparte se lleva la mejor parte. Un país en el que un anciano se ha de encadenar a una farola para que le hagan caso cuando dice que con ni siquiera 5.000€ al año no se puede sobrevivir en los tiempos modernos, ya se tengan 30 o 70 años, es un buen indicador de que no lo estamos haciendo bien, digo yo.

Quizás me esté repitiendo, quizás aburran mis palabras pero desde aquí sólo puedo escribir para que nos preguntemos: ¿de qué va esto? Y nos movamos contra un sistema que si bien nos pertenece, nos deja de lado. Cada día más.    

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