domingo, 27 de noviembre de 2011

15€ al mes



Cuando hace tres años entrevistaron a una ciudadana de Marinaleda, en el programa de Vidas Anónimas, la buena señora necesitó unos segundos en recordar la palabra hipoteca, porque era algo “que se decía mucho en la televisión”, pero de la que ella no sabía nada. Ya habían sonado entonces las trompetas de la crisis y la mayoría de los españoles conocía de sobra qué era una hipoteca y cómo iban a empezar a doler, especialmente en los bolsillos de las casas más desafortunadas.
Esta mujer, que habló frente a las cámaras y que enseñó orgullosa su casa de “autoconstrucción” no es una mujer rica, no. Es una ciudadana de Marinaleda y en esta localidad de Sevilla, se pagan 15€ al mes por el pago de una casa de 36.000€ de 90 metros cuadrados, más cien de patio. Porque el Ayuntamiento pone el terreno, los materiales e incluso el arquitecto que haga el proyecto.
En el 2008 esta mujer sabía que había crisis, porque el alcalde lo había comunicado así en una Asamblea General y porque entre todos estaban decidiendo cómo enfrentarse a ella. Con las necesidades básicas cubiertas y más que dignamente.

En un pueblo donde la guardería, con comedor, cuesta 2€ al mes, y donde en lugar de Semana Santa, se paga una semana cultural, merece al menos un poco de atención. Y en estos tiempos de desconcierto, el leer estas palabras en la web oficial de esta localidad de poco más de unos 3.000 habitantes, he pensado que creer en utopías es siempre mejor que creer en mentiras.

“Y mientras luchábamos por la tierra, por la industria, por el empleo, nos dimos cuenta que había otros derechos elementales que había que conseguir. Y la primera necesidad que detectamos fue la falta de viviendas pero también nos dimos cuenta que nuestros ancianos no tenían un lugar donde estar después de tantos años de sufrimiento y escoceses, tampoco había consultorio médico, ni guardería infantil, ni instalaciones deportivas y las calles estaban sin asfaltar y apenas sin luz...  

Por Democracia Social entendemos el acceso a todos los bienestares sin límites de la totalidad de los habitantes de nuestro pueblo. Siempre hemos pensado que la libertad sin igualdad no es nada y la democracia sin bienestares concretos para la gente concreta es una palabra vacía y un engaño para hacer creer a la gente que es parte de un proyecto cuando realmente no se cuenta con esa gente para nada.  

Nos parecía que en este campo no había que tener límites. Que los bienestares colectivos deben soñarse por el pueblo y deben convertirse más adelante con lucha en realidad porque ninguna de las aspiraciones populares por aparentemente inalcanzable que parezca puede ser negada ni en el pensamiento ni en la acción por la izquierda si ésta es auténticamente revolucionaria.  

Así que nos pusimos a conquistar toda y cada una de aquellas cosas que a simple vista nos faltaban”.

2 comentarios:

  1. La verdad es que estas ideas contagian ilusión con gran facilidad. Pero hay que contextualizarlas. Este pueblo y las iniciativas tienen una cara oscura nada iluminadora. Se escriben sobre Marinaleda y sobre Gordillo, desde la opinión pública y desde la ciencia, otras verdades -bastante críticas- sobre la falta de libertad para expresar ideas contradictorias a las dominantes. Es curioso, o mucha casualidad, que desde el inicio de la era democrática en el siglo pasado, haya sido gobernado por la misma fuerza política. ¿A qué suena eso?
    Pero sí, en un contexto adecuado, es una forma de vida interesante.

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  2. Conozco personalmente a Gordillo, y sin entrar en profundidad, lo único que os puedo asegurar es, que no es ningún ilusionista.
    José

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