lunes, 14 de noviembre de 2011

La bomba social que no llega



Hace unos días hablé de lo que algún listillo dijo sin tapujos sobre la economía sumergida que existía en el país y que hacía que la gente no saliera a la calle como se espera en situaciones así. Es decir, que si es cierto que en España, como ha salido en la última Encuesta sobre Población Activa, hay 4.978.300 parados, todos tendrían que salir en masa y liar lo que no está en los escritos. Pero la gente no lo hace, por lo que está claro, no es porque tengan esperanza en que el PP vaya a salvarles el culo, ni porque no creen en que las manifestaciones sirvan de algo (Iraq, 15M), no. Es porque en realidad están engañando y cobran dinero por debajo de la mesa. Gran lógica, tremenda caradura, gigantesca y mezquina hipocresía.

Para los que piensen que hay mucho chorizo en el país, y no se refieran a los políticos (Cospedal dijo en una entrevista a principios de año que era mentira que cobrara 250.000€ como sueldo anual. Pero hay un vídeo en la red que enseña en un documento que sí los cobró en el 2010), un solo detalle que han de saber:

“en España, más de nueve millones de personas (el 21,8%) son pobres o están en riesgo de caer en la pobreza. Expertos y organizaciones de ayuda alertan de que con la crisis el tiempo que pasa entre perder el trabajo y caer en la indigencia se ha acortado. La caída cada vez es más rápida”.

Esto es un pequeño fragmento de un artículo en el que se narra la suerte de unos cuantos de españoles que han acabado viviendo en las calles, por las circunstancias que vivimos. Ahora que vengan los expertos de Hacienda y me digan que hay una economía sumergida o no es normal que no haya una revolución. A la gente se la ha ido engañando, matando con pequeñas dosis, durante los últimos años y sólo unos cuantos (de millones) han sido los que han salido a la calle a protestar, los que siguen haciendo protestas, vídeos, denuncias, etc. ¿Para qué? Para que los políticos, los de antes, los de ahora, los que vienen, se sigan pasando las voces del pueblo, de aquellos a los que han de servir, los que los eligen, a los que han de representar, por debajo del forro de las pelotas. Y quien crea que esto es demagogia, que abra los ojos de una puta vez y que eche un vistazo a lo que le rodea, que deje de pensar que su ombligo es el centro del mundo y que entienda que hay mucha gente que va muy mal, que está muy puteada y que es de muy poca vergüenza echarle la culpa de los cinco millones de parados a la picaresca española. Hay que ver más allá de donde llega la televisión y las enaguas de la camilla. Hay que leer las historias, las múltiples historias que hay no la única que nos quieren vender, para asumir que la pobreza no es sólo de África (aunque no la podemos comparar) y que no debería de existir ni en las calles de nuestros barrios, ni en los slums de Kenia.

No hay una bomba social porque todavía hay mucha gente que está bien, porque cinco millones, de los cuales muchos son jóvenes –que ya sabemos todos cómo son los jóvenes, sólo pensando en meterla en caliente y hartarse de porros y cervezas–, sólo son una pequeña parte de la población y porque las historias que nos cuentan, las que nos mantienen en casa, tranquilitos, siempre nos dicen que estamos saliendo de ésta.

Sólo tengo una pregunta: si la gente no sale a la calle, si la gente no se queja, si esto está parado, ¿por qué han prohibido que el pueblo se manifieste en las plazas más importantes de Madrid, durante la campaña electoral? Y lo que me intriga más, si el PSOE nos ha metido en la mierda en la que estamos, ¿por qué es el gobierno del PP el que hace esta prohibición?  

3 comentarios:

  1. A la vez que crece el paro, crecen los cuerpos opresores. Vuelven los tiempos de Orwell. Su profecía de 1984 va camino de hacerse realidad. Decía Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
    Yo viví, Rebelión en la granja, y no me gustaría que ustedes vivan, 1984

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  2. Gracias por los datos Antonio. Sólo una cosa, creo que este finde hubo una manifestación y que llegó a Sol y la permitieron. Por supuesto, y me alegro que lo hicieran, no pidieron "permiso" (como si tuvieran que hacerlo) a la Junta de Gobierno de Madrid. Pero creo que no hubo desalojos y pudieron hacer asambleas informativas. La noticia esta en el pais.

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  3. Sí, la he seguido. Una batalla ganada en esta locura de guerra. Un beso.

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