viernes, 21 de octubre de 2011

Los hombres que no amaban a sus países




Lo primero que pensé ayer cuando leí las noticias, corroboradas esta mañana, fue: 50 años matando a saco, adquiriendo un protagonismo indiscutible, apareciendo en cientos de titulares en todos los diarios habidos y por haber y el día que por fin ETA decide rendirse, anunciar el cese de la violencia, van y matan a Gadafi. Vaya mala suerte, no me jodas, les han jodido la portada del tirón. No es justo. Ya se podían haber esperado un par de días para matar a Gadafi, que en Estados Unidos no están de elecciones. Pero Antonio, si lo de Gadafi no tiene nada que ver con los yanquis, si son los rebeldes los que le han matado, ¿por qué dices eso? Yo tengo una teoría un poco simplona de estas revoluciones y siempre me pregunto no por las razones (que perduran en los años), sino por cuándo ocurren y quién paga las armas de los rebeldes. Ya escribí hace tiempo de los planes que los países del Oeste, capitaneados por los Estados Unidos (sumido en una gran crisis), tienen para Libia y cómo el mercado libre y acuerdos con el petróleo son puntos predominantes en la agenda de “ayuda” al país. Es por eso también, que en esta ocasión sí que hay muchas fotos, imágenes, vídeos y pronto habrá hasta películas, de la muerte del dictador. Se ve que andaban mal de cámaras cuando mataron a Bin Laden. O se ve que somos gilipollas y nos lo creemos todo.

Pero bueno, quitando el mal tino del anuncio de la ETA, las noticias son buenas, ¿no? Se acaba el terrorismo nacional armado, que el otro perdura en bancos y en las Cortes. Se terminan las bombas, los tiros en la nuca, el miedo de los que defienden la verdad y la democracia. Atrás queda el uso político que se ha hecho de esta banda por unos y otros. Ya nada de eso es importante, porque el fin de ETA ha llegado. Es un comunicado “como otros tantos”, dice Rosa Díez. Pues no sé qué decirle, yo es la primera vez que veo algo así. Y es tiempo de ponerse a currar no a quejarse. Hasta Marianico, el corto, se ha mostrado contento, pese a sus secuaces que sólo dicen que es una mierda y una farsa y esto ni es rendirse ni nada. Yo no sé qué quiere la gente, que nunca parece estar satisfecha. ¿Se pensaban que el final de la ETA iba a consistir en una foto con todos los miembros de la organización, uno de tras de otro, en fila india, con grilletes y orejas de burro, de camino a la cárcel donde morirían por sus crímenes? ¿O con las fotos de todos sus dirigentes acribillados y asesinados, como Gadafi? Pues ya ven que no, pero aún así significa que es el final, aunque a los pesimistas les joda y además sin concesiones políticas, para los que querían agarrarse a ello no puedan decir nada. Pero, ¿y las armas? Bueno, vamos a relajarnos, que el IRA tampoco se desarmó en dos horas. Es tiempo de celebración, vamos a relajarnos y a disfrutar, con la cabeza fría, pero sabiendo que estamos más cerca de la meta que nunca y que este proceso nos ahorrará de tener que leer de más muertos a bocajarro.

Eso sí, y las cosas como son, conseguir esta paz a un mes de las elecciones es sospechoso. O bien el PSOE se ha puesto las pilas o la ETA se ha visto lo que le viene encima y ha dicho: “tate, si ya estamos chungos ahora, con los de aquí no se negocia con terroristas, nos acabamos de joder, vamos a empezar a hablar de diálogo y cerremos el chiringuito que con esto no llegamos a nada”. Y es que no han llegado a nada. Han matado a mucha gente y se llevan una mierda. Es hora de unir voces para que las víctimas no queden olvidadas y para que sean las últimas. El resto, vendrá, con paciencia y cariño. Pero vendrá.     

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