sábado, 1 de octubre de 2011

Se acabaron los cubatas


Nos han jodido con las reformas. Cada vez la cosa se pone más fea y parece que no hay marcha atrás. Hoy han salido las cifras de que hay tres mil docentes menos, con lo que a los que quedan les van a tener que hacer que den 25 horas semanales como sigan así. Luego saldrán las hermanas cuervo graznando que los profesores son unos vagos, que no quieren trabajar y por eso hacen huelgas salvajes (en taparrabos y tirando cocos a las ventanas de los colegios). Pero las matemáticas, como el algodón, no engañan: 3.000 profes menos en las aulas. Que cada uno saque las conclusiones que quiera.

Por el otro lado he leído un par de cosas dignas de comentar. La primera es el tímido intento de abrir un poco las listas electorales, por parte de Rubalcaba. No es suficiente, pero se puede tomar como un pequeño acto de fe, aunque por supuesto sé que también lleva bastante de marketing, para acercarse a las peticiones del 15M, mientras el partido sigue controlando a los votados. Cada candidato está de oferta y eso se nota. Ahí tienen a Rajoy, el hombre de la sonrisa tatuada, que promete 3.000€ para los autónomos que contraten. Sí señor. Esto fomentará una gran tasa de cuñados, primos lejanos y vecinos contratados por todos aquellos que han sido ignorados por el gobierno durante todo este tiempo. La semana de oro del Corte Inglés ha llegado pronto este año.
Pero sí ha habido una noticia, que pese al drama personal que me supone, me ha gustado por varios motivos. Rubalcaba propone subir un 10% tanto el alcohol como el tabaco. Con dos cojones. Con esto se pretende recaudar nada menos que 1.000 millones de euros en el 2012, que irá destinado a Sanidad. Es una putada para muchos, lo sé, pero vamos a fijarnos por un segundo en lo positivo de este anuncio. Lo primero, esta medida es una medida de manual en lo referente a la salud pública. Se consigue un ingreso que la mantenga en forma y gratuita con un impuesto que hará que la gente beba y fume menos, lo cual también afectará a la sanidad a largo plazo. Si por falta de dinero nos cuidamos más, es lógico que nos pongamos enfermos con menor frecuencia con lo que eso supone para el ahorro en sanidad pública, además de para nuestro beneficio personal. Además, este impuesto no afecta ni al vino ni a la cerveza, con lo que la sangre no llegará al río.
El otro aspecto de esta noticia que me agrada es que, cuando la he leído, me he encontrado con una desglosada lista de intenciones, cuentas y propósitos, totalmente detalladas y que creo honra al candidato socialista, a pesar de que no hasta el punto de que me haga votarlo. Pero hasta ahora sólo había oído medidas que se parecían más a engatusamientos tomboleros que a propuestas reales y factibles. Aunque con los políticos, y más en tiempos de rebajas, ya se sabe.

Yo por si acaso, antes del 20N me iré a Lanzarote y me compraré una buena remesa de alcohol y de tabaco que si bien yo soy más de Gambrinus y Dionisio, lo mismo puedo conseguir que esta nueva ley me suponga una paga de Navidad adelantada.         

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