martes, 11 de octubre de 2011

Personaje de la semana: Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán


La actriz iraní Marzie Vafamehr está recluida en un antiguo gallinero, en unas condiciones inhumanas, esperando a que acaben de condenarla con el año y los 90 latigazos que piden para ella. ¿Qué delito ha cometido? Uno terrible, innombrable, atroz, demoníaco, imperdonable: ser mujer. “Será otra cosa, Antonio”, dirán algunos. Bueno sí, me habéis pillado, en realidad su delito es ser actriz o lo que es lo mismo, ser mujer que actúa. Me explico: esta mujer, ha participado en una película que refleja la doble vida que lleva la juventud en Irán, un país sin libertad de expresión. En Teherane man haray (la traducción sería Mi Teherán a la venta), se recogen a chicos y chicas usando drogas, emborrachándose en discotecas y teniendo una vida que viene más o menos a ser lo que hemos conocido en nuestros veintes, ya sea en Madrid, Adis Ababa o Sarajevo. Pero claro, Irán es distinto. Sobre todo con las mujeres, porque como se pueden imaginar, la película no la ha hecho esta chica sola. Aún así ha sido la única condenada, quizás por aparecer con el pelo corto, sin velo y queriendo irse a Australia para vivir libre. En Irán se toman los contenidos muy en serio, tanto como la vida misma.

Y es una pena que esto ocurra en Irán, cuyo presidente, Mahmud Ahmadineyad, a pesar de ser un dictador autoritario y represivo, de vez en cuando, dice cosas interesantes cada vez que se mete con los Estados Unidos. Un ejemplo lo vimos en la reunión de la ONU el mes pasado en Nueva York cuando, para empezar, culpó a los yanquis de la recesión económica que vive hoy el mundo. Nuestro personaje de la semana, además, soltó perlas como que EE UU había "utilizado ese misterioso suceso del 11-S como pretexto para atacar a Irak y Afganistán". No sé si fue misterioso o no, pero sí es cierto que los Estados Unidos aprovecharon la coyuntura para hacer de las suyas basándose en pruebas falsas y sobre todo en muchas ganas de pegar tiros y conquistar países con grandes recursos naturales, además de con una inigualable situación geográfica.

En estas pinceladas anti-americanas podría verle un sentido a lo que Ahmadineyad dice, pero quitando esto, al hombre que dijo en su día sin pestañear que en su país no hay homosexuales, se le va la cabeza como regla general. Es por eso que aprovechó el foro para hablar del Holocausto (al que ya hace tiempo catalogó de mito) y advirtió de un movimiento sionista que lo invade todo, explicándose así que "usando las redes de medios de comunicación imperialistas que están bajo la influencia del colonialismo, poderes arrogantes amenazan a quienes cuestionan el Holocausto y el 11-S con sanciones y acciones militares". Pero se dejó atrás la posibilidad de que la contemplación de dichas sanciones con respecto a su país estén más bien enfocadas al acojone generalizado que su política interna con respecto al uso de su desarrollo nuclear está provocando en la comunidad internacional, que veremos a ver por dónde sale.

Pero mientras todos los líderes mundiales escuchan a este impresentable decir lo que le sale de las pelotas, una actriz permanece encerrada en un gallinero para que la azoten y a Palestina le quieren imponer el veto para que no forme parte de las Naciones Unidas. Yo no soy mucho de ideas conspiratorias pero sí de pensar que si algo es blanco y en botella lo mismo es leche (la horchata es más color hueso) y a mí me da que en esto de la política internacional hay mucho mangoneo y poca transparencia. Así luego pasa lo que pasa y al final los que se llevan el gato al agua son siempre los mismos. El resto, nos quedamos a verlas venir quejándonos de que a la mujer se la siga tratando con una desigualdad vergonzosa y no se haga nada para evitarlo.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario