Juan, un médico en Sevilla muy entregado a la causa de defender a los niños maltratados, argumentaba que, pese a que hay más de los que se reflejan en los medios de comunicación, los abusos a menores no se airean por sensibilidad y sobre todo porque los niños no votan, con lo que poco le interesa este tema tan terrible a los medios de comunicación. No sólo pasa en Sevilla o en España.
En el 1996, tras una epidemia de meningitis en Nigeria, una empresa farmacéutica estadounidense, de proporciones mastodónticas, llamada Pfizer, vio la oportunidad perfecta para hacer su agosto y decidió instalarse allí con la intención de probar un nuevo medicamento, Trovan, que decía curaría la meningitis en un plis. Como resultado de esta labor altruista, 11 niños murieron y otros muchos quedaron afectados por secuelas de tan milagrosa intervención. Pfizer, gigante entre los gigantes, se escaqueó de acusaciones echándole la culpa a la enfermedad en sí y se fue del país dos semanas después de su llegada, sin explicar qué había hecho o dejado de hacer. Nigeria, entre los países más corruptos del planeta, según informes de Transparencia Internacional, permitió la entrada de esta farmacéutica (puedo imaginar que el responsable de esto se llevó un buen estipendio por su labor), con lo que sus acciones fueron “legales”. Aún así, 13 años después, en el 2009, para que no llegara el escándalo demasiado lejos tras la incesante y constante búsqueda de justicia por parte de las familias afectadas y habiendo recibido una carta formal de uno de los médicos que había estado en Nigeria, denunciando los hechos, Pfizer decidió que pagaría 75 millones de dólares a repartir entre las víctimas y allegados de éstas. Los primeros en cobrar, hace poco más de un mes, quince años después, han sido los padres de cuatro de los niños fallecidos. Se les ha dado 175.000$ (unos 123.000€) a cada uno. Ése es el precio de una vida en Nigeria para una empresa que en el 2004 publicaba tener más de 2.000 millones de dólares de ganancias anuales con su producto estrella: Viagra. Estaban tan contentos con los resultados que sólo de hablar de ello experimentaban una erección, sin necesidad de usar el medicamento que tantos buenos ratos ha proporcionado y proporciona. Dudo que ni esto ni el dinero dado a las familias de los niños asesinados –porque para mí esto lo que es, ni más ni menos: un asesinato– pueda dejar un buen sabor de boca a aquéllos que confiaron en las buenas intenciones de los blanquitos que venían a ayudar, sí, pero a ellos mismos.
No es una historia que haya inventado, ni he tenido que llevarme tres semanas recopilando información para poder escribir hoy estas líneas. Muchos la conocen ya a través de las palabras de John Le Carré, que escribió El jardinero fiel. Y muchos más la conocen por la fantástica película que se hizo con este mismo nombre y que consiguió cuatro Oscar. Es precisamente esta historia la que se narra teniendo a la Nigeria del 1996 como fondo. Si no han leído el libro o visto la película, les recomiendo que lo hagan y que se preparen para indignarse por algo que no ha cesado de ocurrir desde entonces.
Si he escuchado algunas críticas desde la izquierda, o desde la más profunda lejanía a la derecha, cuando menos, es que el 15-M no se implica fuera de sus fronteras, como que es demasiado nacionalista, como que se obvian los problemas globales que tanta relación tienen con los locales que ellos defienden. No es idea original mía, pero es interesante.
ResponderEliminarLo decía, que se me ha olvidado, por tus últimas líneas donde mencionas la indignación.
ResponderEliminarEsto me ha despistado. Si bien estoy de acuerdo con el asunto de niño que no vota, niño que interesa poco, con el asunto de la denominada "violencia machista" ocurre lo mismo. Mujer que vota, me interesa muchísimo. Curiosamente ambos extremos del fenómeno guardan gran relación, dentro del término, al que sí veo más cabida, de "violencia familiar".
Si soy un asesiono en serie y he matado 9 mujeres: ¿informan los medios de "nuevo caso de violencia machista"? Si un hombre mata a una mujer, ¿cómo se sabe que lo hizo por machismo? ¿qué indicador siguen los medios para esto?
La facilidad que hay para esto, porque interesa, y las dificultades que hay para hablar de los casos de maltrato infantil.