domingo, 19 de junio de 2011

La pava de mi pueblo


¡Ay, cómo está cambiando el mundo! ¡Y a qué ritmo desde hace unos meses! Marruecos anuncia su cambio de constitución y la reducción del poder de la monarquía. Los países árabes se levantan, sublevándose ante la represión dictatorial. Investigan a Botín por fraude fiscal y encima se le cuela en la junta de socios un indignado que le dice a la cara que no tiene ni educación ni   idea de lo que está pasando. Neptuno celebra algo que no tiene nada que ver con el fútbol y Europa se levanta contra los recortes canallescos que Merkel quiere imponer (claro, como a ella le va del carajo, los demás que se jodan). El mundo sin duda está cambiando. ¡Incluso han multado a un pueblo de Jaén por tirar una pava desde un campanario! 2001€ por hacer el salvaje. “Es que es una tradición desde hace más de 200 años y el pueblo está de acuerdo con ella”, dicen algunos. Coño, pienso yo, volvamos a arrojar a la peña a los leones, que es una tradición incluso más antigua y al pueblo le encantaba, especialmente a la parte que lo contemplaba desde las gradas y no a pie de arena. No puedo entender muy bien la diversión que encierra el tirar al vacío a una pava. Lo que podrían hacer es tirar una bandeja de pavo Campofrío, que vine al vacío.

Bueno hoy me voy a dar una vuelta por el centro. Yo y unos cuantos de miles de personas hemos decidido salir a ver qué nos encontramos en la calle. Y mientras paseamos juntitos lo mismo nos quejamos, en voz alta, del Pacto del Euro. Más que nada porque un pacto es algo hecho entre unos cuantos y como éste en concreto, va a afectarnos de manera aniquiladora, no estaría mal que pudiéramos tener algo que decir. A ver qué pasa, espero que no acabe como en Grecia, para que Telemadrid pueda dedicar su espacio a dar noticias de verdad. Aunque según ellos no hay tanta diferencia entre mancharle el traje a una señora o darle un palo a la policía. Hay cosas que son para ir a mear y no echar ni gota.

Pienso que mi hermano disfrutaría mucho con estas cosas. Considerando que hace algo así como dos décadas consiguió que nos hicieran un instituto nuevo en Carmona, hoy por hoy a saber qué habría liado. Hoy hace ya seis años desde que cogió sus pancartas, sus frases ingeniosas, su saco de risas, su ironía sutil y sus ganas de ser y estar, y se marchó. No es que no estuviera a gusto con nosotros, en absoluto, pero es que a veces estas cosas de la vida son ininteligibles y a uno le pierde lo descompensado que el mundo puede llegar a ser. Se tuvo que ir y nos dejó aquí con el vacío y su ausencia; la más presente de todas las ausencias.

Desde aquí permitidme que le mande estas pequeñas frases, para decirle que entre tanta indignación, el corazón no olvida y las entrañas demuestran que también ellas tienen memoria. Siguen echándole de menos.  

  

1 comentario:

  1. Si hablan de gente vestida de comecocos, de planideras detrás del ataúd de la democracia... no saben lo que se pierden al no poder ser testigos de lo que se le hubiera ocurrido al Jaén, el otro que también tenía la nariz doblada, pero era más canijo. Besitos pal cielo. O pal infierno, pero besitos.

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