martes, 14 de junio de 2011

Minutos de Esperanza


He de confesar que me encanta la Espe. Como periodista o cuentacuentos, cada cual que me otorgue el título que quiera, alguien como Aguirre es un aluvión de noticias, una alarma social, un vendaval de tinta que se derrama sobre los periódicos de distinta manera, como es de esperar.

La última ha sido en su discurso de investidura, en el que ha tenido unas palabritas para los del 15-M, a los que ha tratado de anti-demócratas, totalitarios (debería haber escrito ella el diccionario de biografías, a los que se les olvidó este término, para hablar de Franco) y encima cazurros, ya que no saben de historia: "El comportamiento de los indignados, aunque ellos quizás no lo sepan [porque son unos ignorantes], es el mismo que han tenido a lo largo de la Historia todos los precursores de los movimientos totalitarios". Con dos cojones. Pero por si la gente andaba despistada y no lo había pillado bien, ha seguido la muchacha con otro recadito: "Empiezan con gritos contra los políticos, siguen expresando su desprecio hacia la democracia y acaban afirmado que ellos sí son los auténticos representantes". Me pregunto dónde carajo ha estado metida esta mujer durante este último mes que no ha pillado una mierda sobre el movimiento.
Porque, para la Espe, la gente que apoya el 15-M no vale tanto como los políticos ni tanto como aquellos que critican a los invasores de las plazas y calles españolas (las cuales por lo visto sólo pertenecen a los comerciantes). Pero a las pruebas me remito: el mundo se está motivando por estos eventos. Primero fue la primavera de los países árabes, Islandia y España. Luego Grecia, Francia y ahora incluso China. Algo está pasando. Algo enorme, algo nuevo e incombustible. Y si no, que Aguirre se siente en su trono, adquirido en “una fiesta de la democracia” y que espere a ver lo que pasa el 19 frente a los ayuntamientos españoles. Desde aquí también haremos algo, estoy seguro. Sobre todo ahora que los alemanes están siendo perseguidos por sus multitudinarios encuentros a través de Facebook.

Sin duda el mundo está patas arriba, de eso no cabe duda. Pero que no cunda el pánico que la solución está en camino. Ni el 15-M, ni las súper-ayudas de Merkel, ni los criterios objetivos y dinámicos de Aguirre nos pueden ayudar. El mundo necesita nuevos héroes, una fuerza capaz de reducir el mal y de traer la armonía a todos los hogares del planeta. Hoy en día que los superhéroes están siendo aniquilados en los cómics  (el Capitán América ha sido el último en caer), es preciso que el bien se haga de nuevo con el poder y así reine la paz en el universo. Sólo hay un país capaz de conseguir eso –a pesar de lo que diga Hollywood– y ese país es España. Y sólo hay una fuerza capaz de instaurar el orden mundial: la Benemérita. Y no hay más cera que la que arde. Por eso, conscientes de que un mayor poder conlleva una mayor responsabilidad, la Benemérita ha creado una nueva organización que ya con el nombre a uno le dan ganas de ponerse firme o de soplar lo primero que pille a ver si da positivo. Esta nueva organización se llama Tricornios sin Fronteras. Sé que suena a coña, pero no, es una gran verdad, y que me perdonen los afectados, pues no intento mofarme del cuerpo, pero es que el nombre… ¡no me jodas!

Así que los chinos luchando por los derechos humanos, Aguirre haciendo los deberes de la RAE, España en la calle y la Benemérita con el tricornio al vuelo. Lo que yo digo, el mundo está patas arriba.   

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