Perdonen por lo de puteros. Me refería a aquéllos señores que requieren servicios erótico-carnales a señoritas varias, a cambio de un dinerito. Pero el pagar se va a acabar. “¡No me jodas!”, dirán algunos pensando que desde hoy va a ser gratis. No, lo siento. Desde ayer, en Sevilla, la cosa se ha puesto muy complicada ya que se ha aprobado una nueva legislación en la que el ofrecerse no es delito, pero sí el aceptar. Es decir, las prostitutas pueden seguir ejerciendo, pero los clientes serán multados (desde 750 hasta 3000 euros) si solicitan, buscan o inquieren en esta milenaria práctica.
La iniciativa, que puede ser más valorada o no, más acertada o no, tiene varios puntos que no son muy sensatos, bajo mi punto de vista. Está muy bien el tratar jurídicamente a la prostituta como víctima, pero no sirve de nada si no se le dan medidas de apoyo social y económico a estas mujeres. Si una mujer se mete a prostituta no es porque le guste tener sexo con un chorro de salidos a horas tempestuosas o en los asientos traseros de algún coche de segunda mano. Y si es por necesidad económica por lo que lo hacen, no creo que cortarles el grifo sea la mejor manera de solucionar el problema, o no si se hace así, sin más. Algunas afectadas ya están preguntando que de dónde van a sacar el dinero, para poder pagar el alquiler, para poder cuidar a sus hijos, para poder comprar comida y llegar a fin de mes. Está muy bonito eliminar la prostitución, pero se tiene que hacer pensando en las consecuencias que eso va a traer, no sólo pensando en lo “limpitos” que van a quedar algunos descampados y calles de la ciudad hispalense.
No sé cómo acabará la historia. No sé si cerrarán desde ahora todas esas casas con luces tricolores de neón, si dejarán de existir los lugares de ambiente lúgubre y olor a desinfectante de algunas carreteras o si se terminará extinguiendo lo de “guapo, ¿te alegro la noche?” Pero lo que sí me aventuro a decir es que, para terminar con la que dicen es la profesión más antigua del mundo, se ha de terminar primero con la situación que empuja a que esta profesión exista. Si no se hace, lo que se conseguirá será que la situación de estas mujeres empeore y que la prostitución se convierta en algo más secreto, más sórdido y menos controlado aún. No sirve de nada que la ley, desde la frialdad de la tinta aplicada a un artículo del código penal, trate de víctima a la mujer. Lo que tiene que hacer el engranaje político de la ciudad de Sevilla es empezar por dejar de prostituirse ellos mismos y buscar soluciones reales a todas esas mujeres, la mayoría inmigrantes ilegales, para que puedan integrarse y llevar una vida digna. El resto, demagogia, buenas palabras y platos vacíos.
Asunto complejo. Tu planteamiento me parece sensato.
ResponderEliminarEn cuanto a que el Ayuntamiento de Sevilla incurre en cierta demagogia y, de algún modo, se prostituye al tomar este tipo de decisiones, no creo que sea tal el caso, ya que existen serios problemas de convivencia en algunas de las zonas en las que se ha venido desarrollando esta práctica. Por poner un ejemplo, resulta difícil de digerir que se practique la prostitución a plena luz del día junto a un parque infantil. Es una situación inaceptable.
Otro perpectiva interesante partiría de la siguiente reflexión: el consumo de prostitución alimenta la existencia de un negocio ilegal que juega con la suerte de miles de seres humanos, que son conducidos a una existencia indigna; sobre todo, si esa persona es coaccionada y amenazada.
Si una persona quiere ejecer la prostitución por iniciativa propia me parece muy bien; allá cada cuál. Además, la clientela no le iba a faltar. ¿No sería constructivo pensar en la forma de regularizar esta actividad? Es posible que todos salieramos ganando.
Como siempre, un placer leerte. Un fuerte abrazo.
Fe de erratas: Escribí "de digerir" y, ciertamente, es más apropiado escribir sólo "digerir". ¿No te parece?
ResponderEliminarMe preocupa el buen uso de la lengua de Cervantes. Ante tanto atentado gramatical y léxico en medios y redes sociales, trato de utilizar nuestro idioma de forma adecuada.
Un abrazo.
Y "saliéramos" (olvidé la tilde). ¡Qué pesado! Debería haber releído el mensaje antes de publicar.
ResponderEliminarNo he querido entrar en el debate de si es apropiado o no el permitir la prostitución o el legalizarla, pero estoy seguro de que éste sería aún más complejo de analizar, aunque puede que tengas razón con esto de quizás todos saldríamos ganando si se hiciera. Lo primero que se conseguiría sería el que el tráfico de personas se extinguiera o menguara considerablemente en nuestro país. Aunque lo ilegal perdura por encima de la ley, eso no es nada nuevo.
ResponderEliminarNo te preocupes demasiado por las faltas, aunque se aprecia que quieras ser fiel a la lengua no sólo de Cervantes sino también la de García Márquez o Borges (ya nadie habla como Cervantes). La riqueza de nuestro idioma es indiscutible y querer mantenerla es siempre loable. Yo a veces publico entradas con prisa y sin tener la oportunidad de repasar, con lo que espero puedas perdonarme las faltas con las que te tropieces.
Como siempre, gracias por tus comentarios.
Gracias a ti, compañero.
ResponderEliminarSeguimos.
No, no, gracias a los dos, compañeros, por estas interesantes reflexiones. Gracias a ti. No a ti. Me refiero, a los, a ti y a ti.
ResponderEliminarjajaja, son cosas de la cortesía, no espero que todos lo entiendan, ni lo compartan, aún así, es gracioso el comentario de quien sea se parapete tras el anonimato. También gracias a ti por leer este rincón.
ResponderEliminarEso ya se pasa de cortesía, es algo baboso, es como miel fundida que chorrea por las neuronas, mientras se mantienen posturas tan diferentes. Y aunque no lo fueran. Da un poco de grima... Parecen dos ordenadores que han entrado en un bucle.
ResponderEliminarPero bueno, si se sienten corteses.
Y perdona que me siga refugiando en mi anonimato, para decir estas cosas tan delicadas qué mejor que un buen parapeto.
¿Qué necesidad se tiene de conocer a quién dice estas cosas? Qué parapeteante revuelo!!
En fin, de todas formas: gracias a ti. Y a ti. Y a mí. Y a todos. Gracias a todos por seguir ahí.
Ja, ja. ¿No es divertido? Esto le encantaría a la que sale en la tele siempre con unas copas de más, la que era modelo... Ah, sí, Nati Abascal. A ti, Nati, gracias a ti.
Agradecería Diego que dejaras tu ironía socarrona para otros espacios si éste te parece demasiado cortés para tu gusto.
ResponderEliminarVeo que sólo te has quedado con lo anecdótico e irrelevante del tema, que te apetece usar como mofa para demostrar no sé qué. En fin, si te hace feliz y te ayuda a pasar el tiempo, que así sea. Nosotros, seguiremos a lo nuestro.