viernes, 8 de julio de 2011

Prefiero morir como cigarra que vivir como hormiga


Para mí las vacas son mamíferos de manchas que hacen mu. A veces son flacas, a veces vienen más gorditas. Pero siempre vacas. No las toreo, las como de vez en cuando y lo único que ordeño es mi soledad. La vida es una vaca y aunque suene un poco Forrest, yo me preocupo más por vivir que por guardar para poder hacerlo. Así te va, dirán algunos. Pues sí, así me va. Pobre como un ratón de campo, sin propiedades y no con un futuro muy cierto. Pero oye, también vivo con sonrisas, con amigos y con una historia de “que me quiten lo bailao”, que para mí se queda. Ahora entramos en materia y nos preguntamos: ¿qué vale más? Está claro, dirán algunos. En estos tiempos que corren y este mundo en el que vivimos, don sin din, cojones en latín, es decir, sin dinero vales menos que un billete de dos euros. No se puede evitar. Pero también es cierto que todo depende de lo que busques y quieras en la vida. Porque no te digo que hace falta vivir debajo de un puente, pero tampoco hace falta comprar un piso de cuatro dormitorios para ser feliz.

Pasando a otros animales nos vamos a la fábula de la hormiga y la cigarra. Muy conocida, no insisto en ella. Pero hay un tipo, Detlef Güntler, alemán y muy cachondo, que la ha usado para comparar las culturas germánicas con las mediterráneas. El tipo está convencido de que Alemania está hundiendo Europa y está arrastrándola a unas políticas erróneas donde todo es el comportarse como hormigas ahorradoras, que se preparan para el largo y duro invierno. Nosotros, sin embargo, somos la envidia porque nos la pasamos bajo el sol, tocando La Bamba con la guitarra y bebiendo cerveza fresquita. Es un poco cliché pero hay algo que me gusta del libro y es la frase en la que dice, parafraseo, que mientras que la cigarra inventó la civilización, la hormiga inventó el capitalismo. El libro se llama “Perdón, soy alemán”. Yo estoy escribiendo la réplica: “Te perdono pero deja de llevar calcetines con las chanclas”.

Mi amigo Ángel está de visita. Es la primera vez que hablo español en los bares o incluso por la calle, ya que no conozco hispanohablantes en la ciudad. En estas noches pasadas en las que nos hemos mezclado con las cervezas, las salchichas con curry y los locales aún llenos de humo y copas, me he dado cuenta de que ser español en este país es aún una ventaja. La fábula de La Fontaine olvidó un detalle y es el que cada vez que la hormiga escucha cantar a la cigarra, se acerca a ella y sueña con ella, permaneciendo en el deseo de cambiar su vida de hormiga hasta que el despertador la devuelve a la realidad de su impuesta condición de hormiga. Cada día se nos ha acercado alguien para preguntarnos de qué parte de España somos, para decirnos que ellos y ellas también han estado allí y para balbucear las frases y palabras que aprendieron allá. Las hormigas quieren ser cigarras. Y aquí viene la gran noticia: pueden cambiar si así lo desean. Ser alemán no es una condición genética, sino cultural. Y lo mismo que no es genético votar al PP, tampoco lo es el decidir que la vida es más que comprarse un coche, una casa, un perro y un carrito último modelo para tu bebé, que no tiene ni idea de lo que te estás gastando en proporcionarle “lo mejor”. ¿Cómo podía el mundo funcionar antes de que existiera Prenatal?

Yo no abogo por una vida tumbado a la bartola tocándome las pelotas, mientras otros trabajan para nosotros. Yo abogo por un equilibrio, por una vida en la que haya más tiempo libre para disfrutarlo con los tuyos, por una vida donde almacenar y retener y poseer se convierta en lo raro, no en la norma.    
   

2 comentarios:

  1. po zi, hay que vivir más tranquilos, disfrutar más, comer mejor y beber más calidad, y hay que tener la suerte de que te toque un trabajo que te guste, para que el disfrute también pueda extendersa a ese casi 33% de nuestras horas al día. Se puede vivir de puta madre con menos. ¿Pero que me dejen comprarme mi mac, eh? Y mis padres, que vayan preparando los papeles de la herencia y no se despisten, que si no, me quedo sin kely en el futuro.

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  2. Fe de ePaloma: La interrogación anterior en el "Pero", va delante del "eh".

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