¡Qué emocionante domingo! Estoy deseando de que entre la semana para ver qué va a pasar. La cosa está que arde: triplete español en las motos, Nadal pierde el número uno (y el trono de Wimbledon por el camino que lleva), el presi del FMI al borde de la absolución, los de la SGAE declarando por chorizos (y Ramoncín aprovechando para hacerse la víctima), los gays reivindicativos contra la sociedad y contra la Iglesia, la izquierda convocando al pueblo para que les creen el programa electoral, bodorrio en Mónaco, Sabina y Calamaro juntos pero no revueltos, Rubalcaba que se ha acordado de hacer política, sube hasta el tabaco y Hillary Clinton haciendo amiguitos en todas partes. ¿Quién necesita televisión ni cine teniendo tantos flancos abiertos y tantas tramas por cerrar? Además no hay mejor ficción que la realidad y si no, que se lo digan al equipo del CSI español, que está en Sevilla, y que resuelve medio millar de casos al año.
Me los imagino investigando un crimen con el cigarro colgando de la comisura de la boca, mirando al fallecido con aire dubitativo y pensando en cómo se le dará al Betis la temporada.
–¿De qué crees que ha muerto?– pregunta uno tras unos segundos de silencio.
–Probablemente del tiro que tiene en la cabeza– contesta el otro, convencido de que le irá bien al Betis.
–Pues va a ser que tienes razón, Manolo –confirma el primero tras meter el bolígrafo en el agujero de la bala.
Yo haría una serie. Estoy seguro de que sería un éxito.
¡Qué emocionante el mundo! Pero qué triste también en muchos casos, en los que vemos que las mujeres siguen siendo denigradas, maltratadas y finalmente asesinadas. No somos capaces de ponerle freno a la sinrazón de la violencia. Encima, los periódicos aprovechan normalmente estas noticias para meter un poco de cizaña y alimentar el fuego de la xenofobia, con lo que cuando el asesino no es español, se resalta, subraya y grita a los cuatro vientos que era marroquí, colombiano o rumano. El asesinato importa menos. Pero cuando el asesino es español, silencio. La nacionalidad no es importante.
La primera frase del artículo de La Razón hablando de las fallecidas hoy es: “Los presuntos autores de las muertes son ambos ecuatorianos”. Ah, bueno, si son ecuatorianos… nosotros no hacemos esas cosas, son los salvajes que vienen a nuestro país y matan a nuestras mujeres. Pero ya van 31 muertas este año, a manos de sus ex. Algo va mal y no tiene nada que ver con el país que figura en nuestro pasaporte. Las mujeres, con el 50% de la población mundial, si no más, sigue siendo un grupo minoritario y discriminado en muchos aspectos.
Pero, por otro lado, leo con alegría que Yingluck Shinawatra pasará a ser la primera mujer que gobierne Tailandia y espero que le ponga una solución temprana no sólo a la situación económica y política del país, sino también al problema de prostitución que arrastra desde hace décadas y que ha convertido Tailandia en el perfecto paraíso para pederastas, pervertidos y viejos verdes, entre otros.
Tiempos excitantes nos tocan vivir, señoras y señores, a ver qué hacemos con ellos y a ver si los transformamos en una nueva ilusión por la que seguir deseando que lleguen los lunes.
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